En muchas ocasiones, la sociedad tiende a pasar por alto el hecho de que exista la adicción en las personas mayores. Quizás, porque se presupone que los únicos que pueden tener problemas con el consumo de sustancias legales o ilegales o con conductas compulsivas son los adolescentes o los adultos jóvenes. Pensar que esto es así, es algo que se aleja bastante de la realidad, pues las personas de todas las edades pueden tener problemas con el alcohol, las drogas o los comportamientos erráticos, incluidos los adultos mayores.

Si se echa un vistazo al campo de la investigación, artículos científicos o de opinión profesional, es posible encontrar información relativa al periodo del envejecimiento en sus diferentes vertientes. Sin embargo, parece que el abuso o dependencia de sustancias o conductas no despierta tanto la curiosidad como el estudio de este fenómeno en otros grupos de edad. Tan es así, que hallar datos que estimen la prevalencia o las consecuencias biopsicosociales del consumo, se convierte en una tarea de suma dificultad. Que la población ignore esta situación nos lleva a plantearnos si se ha convertido incluso en un tema tabú.

¿Qué tipos de consumidores existen entre los adultos mayores?

Atendiendo a la descripción propuesta por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), se identifican dos tipos de consumidores entre los adultos mayores. Los primeros se denominan consumidores de iniciación temprana o “supervivientes” y se trata de aquellos que normalmente presentan en su vida, un historial largo de consumo de sustancias como alcohol que se perpetúa hasta la vejez. Por otra parte, los consumidores de iniciación tardía o “reactivos”, son aquellos en los que el origen del consumo parte de un acontecimiento estresante o doloroso.

¿Por qué consumen las personas mayores?

Si bien algunos adultos mayores pueden acarrear problemas con el consumo de sustancias desde hace décadas, el consumo de aquellos que se inician de forma tardía, suele ir acompañado de uno o varios detonantes. Entre los acontecimientos más frecuentes se encuentra la pérdida de un ser querido, la jubilación, el aislamiento social, no vivir con otros familiares o tener cada vez un menor número de amistades. Por otra parte, hacerse cargo de la educación y el cuidado de sus nietos y la enorme responsabilidad que se requiere, se contempla como una de las circunstancias en las que se producen niveles elevados de estrés.

Asimismo, el Observatorio Europeo (OEDT) indica que el proceso natural del envejecimiento puede provocar secuelas psicológicas, sociales o de salud que pueden jugar un papel como factores de riesgo. La pérdida o el deterioro de determinadas facultades a consecuencia de otras enfermedades crónicas, también puede ejercer influencia sobre las adicciones en los adultos mayores.

¿Qué consumen los adultos mayores?

Según las estadísticas, la sustancia que más se consume entre los adultos mayores es el alcohol y además en proporciones de riesgo elevado. De hecho, se señala que al menos 1 de cada 10 personas que tienen 65 años o más y que hacen uso de esta sustancia, lo hacen en forma de atracón, es decir, ingesta elevada en periodos de tiempo breves.

El trastorno por consumo de alcohol se asocia con multitud de problemas de salud como hipertensión, problemas óseos y renales o trastornos de estado de ánimo. Esto último, constituye los efectos secundarios de las adicciones en los adultos mayores.

Tal y como se ha comentado con anterioridad, el curso natural del envejecimiento trae consigo cambios físicos y psicológicos, del mismo modo, aparecen problemas habituales en la salud. Ante los cuales, se recetan más medicamentos que a otros grupos de edad, lo que provoca una mayor exposición a fármacos que pueden ser potencialmente adictivos.

La mezcla de medicamentos recetados o medicamentos de venta libre junto con otro tipo de sustancias como el alcohol, es frecuente y peligroso, ya que se produce una interacción entre los fármacos que puede empeorar los problemas de salud ya existentes. Asimismo, se puede desarrollar dependencia a este tipo de sustancias como es el ejemplo de las benzodiacepinas o los analgésicos opioides.

Con frecuencia, las personas mayores consumen nicotina o derivados nicotínicos que están estrechamente relacionados con diversas patologías. Aunque no de forma tan asidua, el consumo de cannabis y otro tipo de sustancias ilegales también se produce en personas que pertenecen a este grupo de edad. A este respecto, se conoce que los adultos mayores generalmente tardan más en metabolizar el alcohol y las drogas, de esta forma, el cerebro se hace más sensible y vulnerable a los efectos adversos de las adicciones en los adultos mayores.

El juego patológico en adultos mayores

Si bien los problemas con el juego en los adolescentes y jóvenes están más relacionados con la búsqueda de dinero de forma inmediata, las personas mayores contemplan el juego como una opción más de ocio. Aunque siempre existen diferencias individuales, independientemente del grupo de edad en el que se encuentre una persona, el juego funciona en muchas ocasiones, como una vía de escape.

Del mismo modo, es más frecuente observar que los adolescentes o los jóvenes empleen las nuevas tecnologías para jugar de forma online y que las personas mayores hagan uso de formas más tradicionales de juego, como por ejemplo el bingo, las máquinas tragaperras o los casinos. Sin embargo, la experiencia en el juego online está viviendo un incremento para las personas de mayor edad, lo que las convierte en una población con mayor vulnerabilidad.

El juego online resulta más accesible que el juego tradicional, se caracteriza por una rapidez y una facilidad superior y, además, permite que se conserve el anonimato, lo que puede producir que los usuarios reduzcan la sensación de riesgo. Esto último en conjunto con ciertos acontecimientos ya mencionados como la pérdida de seres queridos o reducción del entorno social puede originar que las personas mayores hagan uso del juego, online o tradicional, de forma excesiva. Por ende, el juego patológico es una de las muchas formas que cobra la adicción en las personas mayores.

Adicción al juego online en personas mayores | Mujer jugando desde su tablet.

Consecuencias de la adicción en las personas mayores

Se ha hecho referencia en anteriores ocasiones a que las adicciones conllevan ciertas consecuencias, a nivel físico, a nivel psicológico, a nivel social o a nivel económico. Las adicciones en los adultos mayores no son una excepción. En efecto, las secuelas pueden ser incluso peores para esta población en concreto.

En el caso de aquellos adultos mayores cuyo problema se relaciona con el abuso de determinadas sustancias, se ha mencionado como el cerebro se hace más sensible a los efectos de estas con la edad. De esta forma, ciertos estimulantes pueden provocar alteraciones en el funcionamiento de los receptores cerebrales, aumentan las posibilidades de sufrir problemas cardiacos, de tener dificultades a la hora de dormir, de tener pérdidas de memoria o de sufrir deterioro cognitivo y/o físico.

Por otra parte, el consumo abusivo de alcohol en adultos mayores se asocia a otros problemas de índole psicológica como la aparición de un trastorno de ansiedad o depresión; o problemas en el mantenimiento del equilibro, que se traduce en caídas y fracturas que pueden ser fatales para estas personas. Asimismo, el rechazo, el aislamiento social o el abandono son ejemplos de consecuencias psicosociales de las adicciones en los adultos mayores.

Tratamiento de la adicción en las personas mayores

Es esencial que los problemas de adicciones en los adultos mayores no pasen desapercibidos y se aborden de la manera correcta, ya que, en el caso de no ser tratados, las consecuencias serán cada vez mayores. Para ello, se requiere un tratamiento individualizado que tenga en cuenta las necesidades específicas de esta población. Las investigaciones existentes, indican que los programas de tratamiento resultan tan eficaces para los adultos mayores como para otros grupos de edad como son los adultos más jóvenes o los adolescentes.

La ayuda profesional, necesaria para la adicción en las personas mayores

La adicción es una enfermedad primaria y biopsicosocial que afecta a todos los segmentos de edad, de forma indiscriminada, por ello, los problemas con una sustancia o conducta adictiva no son tan inusuales como parecen entre los adultos mayores. Es necesario buscar ayuda profesional para tratar la enfermedad y lograr una recuperación a largo plazo.

En Centro Acción, un equipo multidisciplinar especializado en adicciones se encarga de elaborar, junto con cada paciente, un plan de vida lejos de las sustancias y/o conductas compulsivas, para que merezca la pena vivir sin consumir.

Te invitamos a compartir este artículo con tus seres queridos para que tomen conciencia de que la adicción en personas mayores también puede darse y existen tratamientos eficaces que permiten recuperar la calidad de vida.

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