Existen diversas particularidades relacionadas con la codependencia que trabajamos en nuestro Centro Especializado en Adicciones en Madrid. En este blog se van a exponer y nos ayudarán a responder a la pregunta: ¿estoy facilitando la adicción a mi ser querido?
¿Qué es la codependencia?
La codependencia puede definirse como satisfacer las necesidades de los demás dejando las nuestras sin atender, o priorizar las necesidades de otros por delante de las de uno mismo, llegando incluso a no atender en ningún momento las nuestras por estar centrados en las de otros.
En muchas ocasiones, la desatención de las necesidades propias de una persona con dependencia emocional no es consciente ni intencionada. Cabe la posibilidad de que sus necesidades en ese momento sean las necesidades de la persona adicta, ya que consideran que si el adicto está bien ellos estarán bien, por lo que centran su vida a este fin, satisfacer las necesidades del adicto para que esté bien. Sin embargo, como veremos a lo largo del presente artículo esto es poco recomendable para ambas partes.
La codependencia tiene diferentes rasgos identificativos, entre los que pueden estar los siguientes:
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Excesiva preocupación por los demás.
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Exceso de empatía con el prójimo, dificultando su capacidad para posicionarse y/o poner límites.
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No expresan lo que sienten.
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Tienen una baja autoestima.
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Miedo a ser juzgado.
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No reconocen a los demás cuando algo les molesta.
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Temor a ser rechazado.
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Tienden a la frustración, la tristeza y la depresión.
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Se esfuerzan en controlar a la gente de su entorno.
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Dificultad para poner fin a relaciones toxicas.
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Suele estar muy preocupado por agradar a los demás, sacrificando sus propias necesidades.
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Búsqueda de aprobación del entorno.
La codependencia suele desarrollarse de manera frecuente en familiares y allegados que presentan una adicción, a continuación, se van a exponer varios ejemplos de cómo se manifiesta en diferentes áreas.
Codependencia y dependencia emocional: aprende a reconocer si estás facilitando la adicción a tu ser querido
Las personas que presentan dependencia emocional, similar en bastantes ocasiones al conjunto de los codependientes, suelen necesitar que las personas a las que se aferran les hagan sentirse válidos ya que, por sí mismos, no se valoran. Las personas con dependencia emocional no suelen confiar en ellas mismos y habitualmente son sus parejas las que les dan seguridad, confianza, autoestima, etc. Este es uno de los motivos de que tengan tanto miedo a ser rechazados y, desde ahí, anteponen las necesidades de sus parejas a las suyas propias. Haciendo esto confían en que sus parejas no les dejarán, les tendrán más en cuenta, porque valorarán el esfuerzo que hacen al anteponer las necesidades de ellos a las suyas propias.
La dependencia emocional puede estar relacionada entre otras cosas, con la percepción de carencia de amor o cariño durante su niñez por parte de aquellas personas que eran más importantes o significativas en su vida (hermanos, padres, etc.). Cuando son adultos tienden a adoptar un rol sumiso en el que no expresan su malestar con algo que no les gusta y/o no dicen lo que sienten. Esto dará paso, probablemente, a sentimientos de frustración, de tristeza e incluso de enfado hacia la persona que anteponen a ellos mismos.
Entender esto es clave para poder responder adecuadamente a la pregunta: «¿esto facilitando la adicción a mi ser querido?».
Algunas características del individuo con dependencia emocional pueden ser:
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No estar seguro de su futuro
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Sentirse inferior al otro
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Si no tienen la atención continua de su pareja, pueden sentirse culpables, que han hecho algo mal
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Miedo a la ruptura sentimental
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Aceptan que se les trate mal antes que hacerse valer y, desde ahí, crear la posibilidad de que el otro se moleste y rompa la relación
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Necesidad de estar siempre en pareja
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La ansiedad es el estado que tiende a gobernar a estas personas
En muchas ocasiones la baja autoestima es el detonante de la dependencia emocional.
De aquí es de donde, por regla general, el niño aprendía a no molestar, a seguir de forma rígida las pautas marcadas y no tener salidas de tono, para asegurarse la aprobación que buscaba.
Todo esto explica porque, aunque la persona dependiente emocional esté viviendo una relación de pareja tóxica en la que se le está dañando, tiendan a ser incapaces de terminar con esa relación.
La persona codependiente tiende a sentirse víctima, de lo que se puede deducir que no suele estar a gusto con lo que hace, aunque suele sentir la necesidad imperiosa de continuar haciéndolo.
¿Cómo funciona la adicción?
Para para poder encontrar respuesta a la pregunta «¿facilito la adicción a mi ser querido?», conviene conocer también cómo funcionan la adicción.
En Centro Acción, nuestro Centro de Desintoxicación en Madrid, trabajamos las adicciones como una enfermedad, siendo así considerada y reconocida hace años por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Es una enfermedad que, habitualmente, se caracteriza entre otras cosas por evidenciar una pérdida de control de impulsos y por afectar al Sistema Dopaminérgico del Cerebro.
El Sistema Dopaminérgico del Cerebro está muy ligado al sistema de aprendizaje. Cuando alguien hace algo que le gusta, el Núcleo Accumbens libera dopamina y, esta dopamina, es la responsable de que se sienta placer. Por este motivo, se aprende lo que origina placer, y tiende a repetirse. La peculiaridad aparece cuando se consume droga (porros, alcohol, cocaina, etc.), o se realiza la conducta adictiva que sea (juego, comida, sexo, etc.), y es que se estima que se libera hasta diez vece más dopamina que cuando se realiza alguna de las otras cosas que puedan causar placer.
Es por esto, por lo que una persona que presenta una adicción tendrá dificultades para parar la compulsión de consumo, a pesar de sus intentos repetidos por detenerlo.
Tendrá momentos de conciencia en los que se dará cuenta del perjuicio que los consumos le están generando en las diferentes áreas de su vida, o en el daño que le estará haciendo a sus seres queridos; y tratará de dejar de consumir, pero, sin la presencia de un tratamiento especializado en adicciones resultará difícil.
En esos momentos de conciencia se podrá activar una forma de pensamiento que se caracteriza por ayudar al adicto a minimizar (“no consumo tanto, los demás consumen más que yo”) y justificar (adicción al alcohol, por ejemplo, dirá que “todo el mundo bebe”) sus consumos de droga (alcohol, porros, cocaina, etc.) o conducta adictiva (prostitución, juego, comida, sexo, etc.) y a proyectar o dar la responsabilidad del consumo a otra persona (consumo porque mi jefe es muy malo conmigo, o porque no me valora, o porque tengo el coche roto, etc.). La proyección de la culpa hará que el adicto se quite la responsabilidad ya que, el mensaje suele ser que, cuando su jefe sea “mejor”, él no consumirá. Es decir, les ayudará a no hacerse responsables (o al menos no tanto) de sus consumos y de las consecuencias de estos.
A pesar de esta forma de pensamiento, el adicto no dejará de sentir rabia, irá, frustración, resentimientos, tristeza, etc. Es decir, a pesar de lo que la gente que desconoce esta enfermedad cree, la persona que padece la enfermedad de la adicción llega un momento en que no disfruta consumiendo y, por el contrario, lo que tiende a sentir es angustia, dolor y sufrimiento.
Estos sentimientos pueden actuar también como justificaciones para consumir, sin embargo, son un elemento importante de cara al inicio del tratamiento y al comienzo del cambio.
Adicción y codependencia: ¿qué puedes hacer si estás facilitando la adicción a tu ser querido?
Retomando lo que decíamos al principio del blog, y tratando de responder a la pregunta: ¿estoy facilitando la adicción a mi ser querido?
Como ya se ha mencionado, es muy frecuente que los familiares, parejas o personas cercanas a un adicto presenten síntomas de codependencia o dependencia emocional, siendo esto último un obstáculo para ayudar al adicto a abandonar el consumo.
En estos casos, la persona codependiente o la persona que tiene dependencia emocional tendrá muchas dificultades para poner límites y para dejar que el adicto viva las consecuencias del consumo. En su afán por atender las necesidades de su familiar adicto el individuo con dependencia emocional asumirá las consecuencias que el consumo (porros, cocaina, alcohol, etc.) ocasione, impidiendo que él las viva, aunque fue él que las ocasionó.
Si la persona adicta encuentra bastantes dificultades para detener sus consumos, siendo muy necesaria la intervención de personal cualificado y formado en el tratamiento de las adicciones como el que integra la plantilla de Centro Acción (nuestro Centro de Desintoxicación en Madrid) para tener un resultado satisfactorio, es de imaginar que si no vive las consecuencias de sus consumos será más difícil si cabe que se decida a cambiar su comportamiento y su conducta, y, desde ahí, deje de consumir.
Asimismo, en lo que a los límites se refiere, será muy probable que el codependiente o el dependiente emocional tenga dificultades para poner límites (por ejemplo: “si vuelves a consumir, te tendrás que ir de casa”) y mantenerlos, permitiendo que se abuse de él una y otra vez, no existiendo consecuencias tampoco en este sentido. Por este lado, y respondiendo a la pregunta «¿estoy facilitando la adicción a mi ser querido?», una de las cosas que se pueden hacer y que pueden ayudar al adicto es permitir que viva las consecuencias de sus consumos, no taparlas ni asumirlas (por ejemplo, no justificar faltas al trabajo, no pagar deudas, etc.).
La otra particularidad de la codependencia y de la dependencia emocional que queríamos señalar, y que influye en una persona que presenta una adicción, es cuando el codependiente o dependiente emocional en este caso, es la persona que consume. Tal y como hemos explicado antes, las personas con dependencia emocional tenderán a tener un miedo intenso a que su pareja les deje. Harán lo impensable para evitar esto, y en muchas ocasiones sentirán que están yendo en contra de sus principios, no sentirán que el otro reconoce su atención y/o esfuerzos, etc. Será muy probable que esto le produzca frustración, resentimiento, ira, tristeza, etc. Sentimientos que muy probablemente actuarán como caldo de cultivo para justificar el siguiente consumo.
Lo recomendable es siempre decidir y trabajar estas recomendaciones apoyándose en los profesionales de un Centro Especializado en Adicciones, es decir, por personal cualificado en la materia.
Conoce cómo te podemos ayudar en el Centro Acción
En Centro Acción consideramos que es importante trabajar la codependencia y la dependencia emocional de los familiares y/o de los pacientes ya que, de esta manera, creemos que se facilita el hecho de poder mejorar la calidad de vida de la persona. Además, de esta manera, el adicto puede ser más consciente de que la recuperación y la vida lejos del consumo de drogas (cocaina, porros, alcohol, etc.) o conductas adictivas (prostitución, juego, comida, sexo, etc.) merece la pena.
En nuestro Centro de Desintoxicación en Madrid tenemos, además de los tratamientos especializados en drogas y en conductas adictivas elaborados y constantemente mejorados a lo largo de nuestros más de 15 años de experiencia (cocaína, alcohol, porros, juego, prostitución, comida, etc.), métodos igualmente efectivos y de sobra constatados para abordar y trabajar la codependencia y/o la dependencia emocional.
Es angustioso, desesperante y muy doloroso vivir una adicción a la cocaina o al alcohol, por citar algún ejemplo, pero no lo es menos ser codependiente, vivir la dependencia emocional.
Tenemos la firme convicción de que se pueden detener los consumos, y liberarse de la codependencia, para vivir una vida plena y feliz.
No lo dude y de el paso, la desesperación se convertirá en esperanza.
En Centro Acción tenemos la profesionalidad y experiencias necesarias.
Te invitamos a compartir este artículo para ayudar a las personas que puedan estar preguntándose: «¿estoy facilitando la adicción a mi ser querido?», o que todavía no se lo hayan preguntado pero convendría que se lo plantearan.