El consumo de sustancias o la emisión de conductas adictivas es un tema que no se puede llegar a decir que sea tabú pero socialmente sigue habiendo ciertas reticencias a hablarlo. Esto da lugar a que exista un gran desconocimiento social en lo que a la enfermedad de la adicción se refiere.
Hoy en día, continúa habiendo un pensamiento social sobre la voluntad del adicto para dejar o elegir el consumo. La adicción se basa en una pérdida de control, el adicto no puede detener el consumo o la conducta compulsiva (compras, nuevas tecnologías, etc.) por sí mismo y de manera voluntaria a pesar de las consecuencias negativas de este (familiares, sociales, laborales, personales, etc.)
Una adicción es una enfermedad primaria y crónica que afecta al funcionamiento y la estructura del cerebro. Está catalogada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Dada la cronicidad de la enfermedad, no tiene cura, pero sí que se puede detener la compulsión y que la persona pueda llevar una vida satisfactoria. Al igual que ocurre con otras enfermedades crónicas como pueda ser la diabetes, la persona tiene una enfermedad de por vida, pero ello no significa que no pueda llevar una vida normal cumpliendo ciertas pautas y conociendo su enfermedad para evitar recaídas.
¿Qué aspectos biológicos están ligados a la cronicidad de la adicción?
De unos años a esta parte y con la ayuda de las evoluciones tecnológicas, se está obteniendo mucha información en lo referente a los efectos de las drogas en el cerebro humano.
La Dra. Nora D. Volkow, nombrada en el 2003 directora del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA), fue pionera en el uso de imágenes del cerebro para determinar los efectos de las drogas en el mismo y su labor fue fundamental para determinar que la adicción es una enfermedad del cerebro humano, una enfermedad que no depende de ninguna otra.
La adicción está relacionada con una alteración en el funcionamiento y la estructura del sistema dopaminérgico, concretamente en el Núcleo Accumbens.
Atendiendo a estos estudios, que tanto han aportado y continúan aportando, la adicción es una enfermedad progresiva que no tiene cura, pero que, si el adicto realiza un tratamiento especializado para su enfermedad, se puede parar.
Pese a que la adicción es una enfermedad crónica que no se cura, ¿puede tratarse?
Sí. Como ocurre con cualquier otra enfermedad de carácter crónico, se pueden parar los síntomas que mantienen la enfermedad en activo, siendo en el caso de la adicción la compulsión de consumo o de realizar una conducta adictiva. Es importante señalar que las consecuencias de la adicción y el sufrimiento asociado está presente cuando está activa.
Una vez que se ha detenido la enfermedad, el adicto comenzará a conocerla y saber cómo se puede volver a manifestar. Al mismo tiempo, adquirirá pautas y hábitos de vida que favorecerán que la enfermedad se mantenga inactiva. De esta forma, la adicción no tiene cura, pero se puede detener y mantener bajo control, siendo posible tener una vida satisfactoria.
Nuestro tratamiento
En Centro Acción, aplicamos un tratamiento que promueve no sólo la abstinencia del paciente, pues eso es la detención del consumo, sino que también busca el bienestar del adicto, evitando así las recaídas en el futuro.
Inicialmente se promoverá la abstinencia del paciente, bien sea a la sustancia o a la emisión de la conducta compulsiva, y posteriormente, se aportarán al paciente estrategias de manejo para su vida diaria en función de las necesidades de cada uno.
Si bien es cierto que la enfermedad tiene unas características generales, es importante reseñar que se deberán valorar las circunstancias individuales de cada paciente. En Centro Acción te daremos una cita totalmente gratuita y sin compromiso para evaluar tu caso e informarte en base a ello sobre el tratamiento que más se ajusta a tus necesidades.
La adicción es una enfermedad que no tiene cura, pero se puede detener y vivir una vida plena si se siguen las pautas adecuadas.
