¿Cómo puedo saber si mi hijo es adicto al móvil? Esta es una pregunta que muchos padres se hacen ante la excesiva dependencia que sus hijos muestran por este dispositivo.

El uso continuado de los teléfonos móviles es una constante por parte de un gran número de personas, pero probablemente se percibe de forma más acusada entre la juventud.

Esto genera preocupación entre los progenitores, que más de una vez se preguntan si el móvil se ha convertido en un elemento perjudicial para sus hijos, hasta el punto de que en algunos casos creen que pueden estar ante un problema de adicción a este dispositivo.

Con la idea de entender los elementos que definen una adicción y en consecuencia, saber si hay un problema realmente serio en relación a esta conducta, hoy vamos a tratar de aclarar cuáles son los comportamientos que pueden alertar sobre ello.

Síntomas que pueden indicar que tu hijo adolescente es adicto al móvil

Dado que la línea entre un uso superior al aconsejable y una adicción no es clara como para que una persona común pueda definir con claridad en qué punto se encuentra su hijo, conviene echar mano de lo que en psicología se define como adicción, ya que tiene unas características muy concretas.

Se puede hablar de adicción en relación a una conducta cuando, además de no existir un control sobre ésta, se produce un deterioro de las relaciones sociales o laborales como consecuencia, y cuando su interrupción supone la aparición de síntomas físicos o psicológicos. Es muy característico de la adicción el hecho de que el afectado no pueda detener su conducta a pesar de que claramente le está perjudicando tanto a él como a su entorno.

Por lo tanto, en el caso de los hijos adolescentes, que es donde con más frecuencia aparece este problema, lo primero en lo que hay que fijarse es en si su rendimiento escolar ha disminuido o si últimamente se generan más discusiones de lo habitual en el trato con ellos.

La dependencia del teléfono móvil se basa en gran medida en el efecto de recompensa que se produce en el cerebro cuando es sometido a estímulos que le suponen una novedad o un refuerzo social.

Así muchos jóvenes pasan horas y horas en plataformas de videos o en redes sociales o chateando con otros como ellos, porque todas estas actividades les generan una descarga de dopamina que los mantiene enganchados.

Como es lógico ese tiempo que dedican al móvil lo están quitando de otras actividades, y casi siempre lo primero que se ve afectado son los estudios.

Si al hacerle ver a tu hijo que su excesiva atención al móvil le está afectando en cuestiones más importantes como el rendimiento escolar, éste reacciona de forma conflictiva, tenemos una segunda bandera roja que nos puede indicar la existencia de una adicción.

Un adolescente adicto al móvil puede haber llegado a ese punto por la existencia de problemas previos, de ahí que sea importante que si se detecta esta adicción, la ayuda psicológica que reciba el joven no se limite a la eliminación de esta conducta, sino que trate de averiguar si hay una cuestión de fondo que haya actuado como catalizador.

Es posible que la adicción al móvil se haya desarrollado como una vía de escape a otros problemas familiares que no han sido convenientemente tratados. De manera que si estos problemas subyacentes no se abordan como es debido, es más que probable que la adicción al móvil sea difícil de eliminar, o lo que es peor, que esa adicción sea sustituida por cualquier otra.

Aunque a priori pueda parecer que una adicción de este tipo no tiene mayores consecuencias que las mencionadas en el ámbito escolar o de relaciones familiares, la realidad es que el abanico de posibles daños emocionales y sociales es amplio.

Síntomas que pueden indicar que tu hijo adolescente es adicto al móvil

Por un lado es bastante común que el adolescente experimente una notable pérdida de autoestima, al comprobar su incapacidad para deshacerse de la esclavitud a la que le somete esta adicción; lo cual normalmente le genera tristeza y provoca un mayor aislamiento.

La falta de oportunidades en el trato con otras personas puede derivar a largo plazo en una falta de habilidades sociales que le impidan llevar a cabo actividades que se consideran normales, ya que el joven se va encerrando cada vez más en su propio mundo por la ansiedad que le genera su poco éxito al interaccionar con otros en la vida real.

Prevención y tratamiento

La mejor forma de prevenir que tu hijo tenga un problema de dependencia o adicción al móvil es estar informado acerca de esta posibilidad y mantenerse vigilante. De esta forma, si se le marcan al joven unos límites en cuanto al uso de dispositivos electrónicos como el móvil y se es firme en el cumplimiento de los mismos, será más difícil que la situación llegue a producirse.

En cualquier caso, si ya es demasiado tarde y la conducta está muy arraigada es importante tomar acción lo antes posible y no dejarlo pasar.

Cada caso tiene sus particularidades, pero en líneas generales el tratamiento de esta adicción requiere de: un diagnóstico que además investigue otros posibles problemas asociados, la detección de las posibles causas que hacen que la conducta se mantenga en el tiempo, la exploración de una variedad de soluciones y recursos para ver cuáles funcionan mejor y contar con la estrecha colaboración del círculo familiar más cercano.

Un hijo adicto al móvil puede llegar a ser un quebradero de cabeza para cualquier padre o madre, pero lejos de desesperarse y enfrentarse al joven, lo adecuado es buscar ayuda profesional y ofrecerle toda nuestra colaboración.

Si quieres ayudar a un familiar o amigo a determinar si su hijo adolescente es adicto al móvil, te invitamos a compartir este artículo

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