Conoce qué es la adicción al trabajo, cuáles son sus causas y consecuencias, cómo se manifiesta y las opciones de tratamiento disponibles frente a este problema.

La adicción al trabajo puede parecer un contrasentido, puesto que tendemos a relacionar las adicciones con eventos placenteros y por regla general el trabajo no tiene esa connotación a nivel popular. Sin embargo hay personas en las que su actividad laboral se convierte, desde que empieza el día hasta que finaliza, en el centro de su existencia.

También puede ser contradictorio el hecho de que trabajar día a día con dedicación y echándole todas las horas “necesarias” sea visto por muchas personas como algo positivo, cuando en ocasiones lo que se esconde detrás de ello es un problema de adicción que requiere ayuda especializada.

Sin olvidar que hay personas a las que les encanta su trabajo y les produce tanta satisfacción de manera directa o indirecta que puede igualmente derivar en un problema de adicción.

En qué consiste la adicción al trabajo

La adicción al trabajo es un patrón de comportamiento compulsivo en el que una persona siente una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar de manera constante y obsesiva.

Las personas que padecen esta adicción (conocidas con el término anglosajón de “workaholics”) muestran una dedicación desmedida al trabajo, poniendo siempre sus responsabilidades laborales por encima de otros aspectos de la vida, como la salud, las relaciones personales y el tiempo de descanso.

Casi nunca puede decirse que detrás de este tipo de actuaciones se encuentra una motivación positiva. La adicción al trabajo suele tener otro tipo de condicionamientos diferentes al simple goce de llevar a cabo una actividad por la que se obtiene una remuneración.

Las adicciones sin sustancia también pueden provocar problemas importantes

Las adicciones sin sustancia hacen referencia a adicciones que no involucran el consumo de sustancias adictivas, como el alcohol o las drogas. Se las califica también como adicciones comportamentales porque se caracterizan por la necesidad irresistible de llevar a cabo ciertas conductas, a pesar de las consecuencias negativas que puedan generar en la vida de la persona.

Entre las adicciones comportamentales más comunes se encuentran la adicción al juego, la adicción a internet o a los dispositivos móviles, la adicción a las compras o la adicción al sexo. Cada una de estas adicciones tiene unas causas y unos desencadenantes que en algunas ocasiones pueden ser similares pero en otras diferir notablemente.

En este caso vamos a centrarnos en las causas que suelen propiciar la adicción al trabajo y en las consecuencias que más frecuentemente se derivan de este comportamiento.

Causas y consecuencias de la adicción al trabajo.

Causas y consecuencias de la adicción al trabajo

Existe una variedad de causas que pueden empujar a una persona a convertirse en adicta al trabajo. Por un lado hay un condicionante social que no puede ignorarse, y es que lo que se entiende por éxito está casi siempre relacionado con un estatus elevado y una capacidad adquisitiva alta.

En otros casos no es tanto una ambición personal sino más bien una necesidad de obtener validación y reconocimiento por parte de otros.

El perfeccionismo o el miedo al fracaso también pueden llevar a una obsesión enfermiza por el trabajo que termine siendo adictiva.

Y por último hay que considerar también el entorno como un factor desencadenante. Las personas que se mueven en ambientes laborales muy exigentes pueden terminar cayendo en esta adicción simplemente por no querer quedarse atrás frente a sus compañeros.

Las consecuencias que pueden derivar de esta adicción, sea cual sea la causa que la haya motivado, pueden ir desde un deterioro de la salud física y/o mental hasta problemas en las relaciones personales y familiares, que se ven afectadas por la falta de tiempo de la persona que sufre este trastorno.

El aislamiento, el síndrome de “burnout” con la consiguiente pérdida de productividad, y un descenso en la calidad de vida son otras posibles consecuencias.

Ya en los casos más extremos podemos encontrarnos una consecuencia de mayor gravedad, como es el uso de sustancias (drogas) para poder manejar un estilo de vida tan estresante o para evadirse de una realidad tan poco amigable.

Síntomas

La adicción al trabajo puede detectarse sin demasiada dificultad, ya que se hace evidente para cualquiera que la persona afectada no genera pensamientos distintos a nada que no sea su actividad laboral.

Por lo tanto serán normalmente los demás los que en un primer momento se percaten de esta circunstancia, que quizás al propio interesado se le pueda haber pasado por alto.

Pero además de esta dedicación casi exclusiva al trabajo, existen otros síntomas que dan a entender que no estamos simplemente ante una persona altamente implicada a nivel laboral, sino ante un “workaholic” en toda regla.

Estos síntomas pueden ser tanto emocionales como fisiológicos. El estrés, la dificultad para conciliar el sueño, una sensación de tristeza permanente, ansiedad, irritabilidad, dolores de cabeza frecuentes o disfunción sexual son algunos de los más reconocibles.

Si bien pueden no parecer excesivamente graves en primera instancia, resultan en un estado de infelicidad constante del individuo que puede llevarle incluso a otras adicciones más graves, como el uso de ansiolíticos o drogas recreativas.

Por esa razón es tan importante prestar atención a estos síntomas y reconocer su vinculación a una adicción al trabajo, ya que solo de ese modo se podrá tratar el problema y ponerle solución antes de que evolucione a otro tipo de adicciones cuya solución es más compleja.

Tratamiento de la adicción al trabajo.

Tratamiento de la adicción al trabajo

El tratamiento de la adicción al trabajo requiere de un profesional que identifique las causas subyacentes y actúe sobre ellas.

No se trata únicamente de intentar cambiar un estilo de vida que resulta a todas luces perjudicial, si no de conocer el motivo de ese comportamiento para corregir aquello que ha llevado al sujeto a entrar en esa espiral.

Ya sea un problema de autoestima, o una forma de compensar alguna carencia que creemos tener, la intervención de un psicólogo servirá para ese propósito.

Existen psicólogos especializados en la adicción al trabajo que pueden dar las respuestas y herramientas que cualquier persona con este problema necesita para modificar su comportamiento. Si bien cada profesional tiene sus métodos, un tipo de terapia frecuentemente empleada para el tratamiento de este problema es la cognitivo conductual.

Prevención

Como ocurre con cualquier adicción, la mejor manera de prevenirla es prestar atención a los factores desencadenantes para poder así tomar acción sobre ellos.

Definir límites claros entre el trabajo y la vida personal es básico para no llegar a caer en esta adicción. Es fundamental que los horarios de trabajo y ocio estén bien diferenciados y se respeten.

Si no hay actividades que resulten placenteras más allá del trabajo, es necesario exponerse a varias de ellas hasta encontrar alguna que pueda llegar a resultar atrayente y motivadora.

En el propio ámbito laboral es aconsejable aprender a delegar, lo que también redundará en una menor fijación con el trabajo.

En definitiva, se trata de entender que el trabajo es una parte más de la vida, pero no su totalidad, y que este planteamiento no es sano ni recomendable. Equilibrar trabajo con ocio y tiempo para la vida social y familiar es esencial para poder tener una vida feliz y plena.

Te invitamos a compartir este post sobre la adicción al trabajo con aquellos familiares y amigos a los que creas que le puede interesar.

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