Cuando una persona es adicta difícilmente puede dejar de consumir cocaína sin la ayuda de profesionales especializados.

La cocaína es una de las sustancias estimulantes más populares de las últimas décadas. Se obtiene a partir de las hojas de coca y su principio químico es el clorhidrato de cocaína. Ambas se consumen desde hace miles de años y más de cien años, respectivamente. Sin embargo, los cristales o la base de cocaína es el preparado más común en el que se toma esta sustancia en la actualidad. 

De hecho, todas las formas de esta sustancia están clasificadas como tóxicas e ilegales. En el Código Penal de España, tanto el cultivo, como la elaboración o el tráfico de estas están considerados como delitos y constituyen un motivo de sanción administrativa. 

Al exponer que esta es una de las sustancias que tiene mayor capacidad para activar y alterar al Sistema Nervioso Central (SNC) y que es potencialmente peligrosa y adictiva; se entiende la ilegalidad y las infracciones que se le atribuyen tanto a la posesión como al contrabando de la misma. 
Por lo tanto, la cocaína es una sustancia susceptible de ser consumida de forma compulsiva y de desencadenar una pérdida de control sobre su consumo. Teniendo esto en cuenta, ¿cómo se puede dejar de consumir cocaína?

¿Qué tipos de consumo existen?

En primer lugar, resulta esencial dar a conocer que se pueden producir diferentes tipos de consumo relacionados con esta sustancia y que, en función de esto último, se puede clarificar si existe o no una pérdida de control y si la persona requiere un tratamiento para abordar dicho problema. 

Uso de cocaína 

El primero de la clasificación es el USO de cocaína, entendiendo como tal al empleo esporádico o eventual de la misma. Se calcula que 18 millones de personas en Europa han utilizado esta sustancia alguna vez en su vida, lo que supone el 5,4% del total de la población. Mientras tanto, en España, aproximadamente el 10,3% de sus habitantes la ha probado en alguna ocasión. 

Este tipo de consumo se asocia mayoritariamente con el ocio y las festividades, principalmente por los efectos que produce. Entre otros, se genera un estado de euforia o energía, que se traduce fundamentalmente en una activación del SNC. 

Hay personas que la consumen en ocasiones aisladas, pero en un momento determinado de sus vidas, deciden no volver a consumirla. A estas personas abandonar estas sustancias no les supone ningún tipo de obstáculo y pueden hacerlo si así lo desean y deciden. 

En esta línea, el uso de cocaína o de otras sustancias psicoactivas como el alcohol, es aparentemente frecuente y está muy normalizado en nuestra sociedad. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una práctica beneficiosa y que, desde luego, no está exenta de acarrear secuelas negativas.

Abuso de cocaína 

Tras un consumo reiterado, por un lado, el organismo se acostumbra a la presencia de esta sustancia, y por otro lado se genera que la persona incremente la cantidad de la misma para experimentar el efecto inicial. A estos dos fenómenos se les conoce como dependencia y efecto de tolerancia, respectivamente. 

Este hecho, sumado a otros como que la cocaína libera masivamente dopamina en el cerebro y que eso significa placer, dan paso a la siguiente forma de tomarla, que es el ABUSO de cocaína. Precisamente por estos sucesos, se suele manifestar que del uso al abuso hay un paso. 

Cuando se abusa de una sustancia como es la cocaína, rápidamente pueden aparecer efectos negativos tangibles como son las pérdidas o los problemas a nivel económico, por todos los bienes que se invierten en conseguir esta sustancia. 
Por otro lado, y en base a las circunstancias específicas de cada persona, es cuestión de tiempo que el consumo abusivo y compulsivo de esta sustancias derive en consecuencias negativas en otros ámbitos de la vida de la persona. Esta forma de consumir dificulta las relaciones interpersonales, con los familiares directos, con las pareja o con los amigos.

¿Qué es la adicción a la cocaína?

Conviene señalar, que existen casos en los que tras observar que los frutos de abusar de la cocaína son absolutamente dañinos, se detiene espontáneamente el consumo de esta sustancia. Sin embargo, existen individuos que no pueden parar de consumirla muy a pesar de las consecuencias negativas que se relacionan con esta sustancia. 

Una persona con adicción a la cocaína experimenta deseos o impulsos cada vez mayores de consumir esta sustancia y con el paso del tiempo la capacidad para controlar ese deseo es cada vez menor. Por este motivo, se describe como un trastorno de control de impulsos, ya que altera la toma de decisiones y la inhibición del comportamiento. 

En esta línea, existen una serie de estímulos de la vida del individuo como determinados estados emocionales, ciertos lugares o algunas amistades, que tienen una asociación muy potente con el consumo de esta sustancia. Por lo que este deseo de consumo se ve incrementado cuando estos estímulos se encuentran alrededor de la persona. 

Estas conexiones se establecen en el cerebro y se ejecutan mediante el comportamiento, por lo que se recomienda que la persona durante un proceso de recuperación no se exponga a estos estímulos, lugares o personas tan asociadas al consumo de esta sustancia, ya que, en este sentido, existe una relación directa entre estas exposiciones y la probabilidad de que la persona consuma.

En pocas palabras, consumir incluso con el sufrimiento que eso conlleva, es lo que plasma una adicción a la cocaína o a cualquier otro tipo de sustancia o conducta. Las consecuencias en este punto son más que evidentes y afectan a todas las áreas vitales de la persona. El aislamiento social y la inestabilidad emocional abarcan el día a día del individuo.

Ahora bien, ¿cómo se puede dejar de consumir cocaína? 

como dejar de consumir cocaina

Tal y como se ha mencionado con anterioridad, se pueden producir diferentes tipos de consumo con respecto esta sustancia, uso, abuso o adicción. Resulta primordial valorar en qué tipo de consumo se encuentra la persona para poder abandonarla. En cualquiera de los tres casos, pueden aparecer secuelas negativas, sobre todo si se abusa o si existe un problema de adicción. 

En los dos últimos casos, la recomendación es clara: solicitar ayuda profesional. Cuanto antes se busque una solución ante este problema, se podrán evitar un mayor número de consecuencias para la persona, a nivel social, profesional, familiar y también emocional. 

Cuando una persona tiene una adicción a la cocaína, no puede dejar de consumir por su cuenta y sin la ayuda de un equipo de profesionales que estén especializados en el abordaje de las adicciones. La adicción a la cocaína es una enfermedad crónica y progresiva que puede llegar a ser mortal, por lo tanto, no es algo que se pueda atajar con “fuerza de voluntad”, es indispensable la orientación y seguimiento de un equipo terapéutico para ayudarle a dejar de consumir.

Te podemos ayudar a dejar de consumir cocaína

Si crees que tú o una persona cercana se encuentra en una situación similar, en la que el consumo de cocaína le esté generando efectos negativos en su vida, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Somos un Centro de Desintoxicación de Cocaína con un equipo multidisciplinar que entiende que la adicción es una enfermedad tratable y que te dará las herramientas necesarias para abandonar el consumo y vivir una vida satisfactoria alejado de esta sustancia.

Te invitamos a compartir este artículo para ayudar a otras personas a dejar de consumir cocaína.

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